Los tocados de los turcos, tanto de los hombres como de las mujeres, eran muy característicos aunque presentaban gran variedad. En el siglo XVI se usaban gorras de formas distintas: redondas, chatas, puntiagudas, cilíndricas, etc. Los tocados de las mujeres de clase rica tenían adornos de oro, piedras preciosas e hilos de perlas.
Era común, también, la diadema, de la que pendía un velo blanco de gasa u otra tela muy leve. Las mujeres usaban, por lo general, el cabello largo y suelto, sujeto con una cinta que rodeaba la frente y la nuca. Pero cuando salían a la calle se hacían trenzas que ocultaban debajo de un gorrito.
En la casa, la mujer usaba calzado de cuero suave y zapatos con pequeños zancos cubiertos de terciopelo y con adornos de oro y de plata. Para salir, preferían las botas altas y los zapatos de cuero o piel con zancos. Entre los hombres era común el turbante en forma de calabaza, que variaba de acuerdo con las clases sociales. Para ello rodeaban la gorra con mucha muselina blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario