En China se llamaba mandarines a los altos funcionarios y consejeros del emperador.(También se les decía kivan.) Se dividían en nueve categorías de dos clases cada una.
Se distinguían por los botones esféricos en lo alto del birrete y que eran encarnados (de coral o de piedras preciosas) en la primera y segunda categoría: azules (de cristal o de piedras preciosas) en la tercera y cuarta; blancos (de cristal o de vidrio) en la quinta y sexta, y amarillos (de oro o dorados) en las tres últimas categorías.
Para las ceremonias los mandarines usaban una túnica abierta hasta los pies por delante, guarnecida por galones anchos.
A los servidores de mérito el emperador les concedía algunos distintivos especiales, como ropas de color amarillo (el tono preferido del soberano), cordones o collares de coral y plumas de pavo real. Las sombrillas y bastones eran también distintivos honoríficos, y los embajadores imperiales se distinguían por un bastón de bambú amarillo.
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