Esta moda, que apareció por primera vez en Estados Unidos, y
que se ha extendido a otras latitudes, sobre todo en Singapur donde
está creando alarma entre la población médica, consiste en aplicar unas
inyecciones de tinta entre la esclerótica y la conjuntiva, de tal
modo que el pigmento queda entre ambas capas y se extiende por todo el
ojo.
Los expertos advierten sobre las consecuencias de este tratamiento que es irreversible ya que la esclerótica puede ser un foco de infección, especialmente tras varias inyecciones. Y estas infecciones pueden provocar la ceguera. |
Muchacha asiática con los ojos tatuados, una práctica irreversible.
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El
tatuaje o tinte de ojos no es un invento reciente. El médico y filósofo
Galeno de Pérgamo ya practicaba en el año 150 antes de Cristo la coloración de córnea para intentar la curación del glaucoma,
y en el siglo XIX el cirujano Louis von Weker aplicaba también tinta
china para tratar el leucoma. Hasta el siglo XX, sin embargo, no se
empezó a utilizar desde una vertiente estética, y en los últimos años
se ha popularizado entre presos como señal de pertenencia a una banda
criminal.
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Foto y parte de documento tomado de la red.
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