La
vocación de Ion fiz por la moda es innata, desde muy temprana edad el
pequeño Fiz pasaba las horas dibujando figurines, coloreando vestidos,
buscando gamas cromáticas, tocando y seleccionado tejidos. Su
fijación por la costura surge en el taller de su abuela, modista de
Alta Costura donde las Mujeres buscaban el mejor vestido. Así, desde
ese taller, contemplaba la caída del tejido, la proporción del
vestido, las pruebas de costura... observando y, muy pronto,
practicando en búsqueda de la perfección a través de la exigencia
técnica y artística.
Empezó
haciendo sus primeros y prematuros “pinitos” estudiando y analizando
la composición y comportamiento de los tejidos, la arquitectura del
patronaje, un corte preciso y confección impecable para conseguir un
buen vestido, una pieza de Alta Costura..
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